Me pregunto como me describirá ante su familia,...
Ante la mia la describo como una bruja, una bruja que desprecio...
He dicho que la odiaba,pero no la considero tan grande como para hacerlo, mejor desprecio.
Lo triste es que me ocupa lo suficiente como para hablar de ella...
De ella y de como percibo su mirada malintencionada, y su hipocresía....Y como mi intolerancia y mi debilidad me desencaja cada vez que habla con su tonito maternal...
Claro! Como no desencajarme después de todas las veces que gritó y estrujó...
Hoy me desencajé por esa bruja, que estaba al otro extremo de la mesa..mirando impávida....y yo débil y tonta expresándome sin filtros...viéndome pequeñita e infantil....
Corroborando que lo que más me cuesta en la vida es guardar silencio.
Pasan los años y siempre esta dentro de mis metas, callar, escuchar, callar, callar,callarrrrr
Y salgo a vivir cada dia como si tuviera algún derecho adicional sobre los demas de expresarme, de hablar....
Como seré yo callada?, me pregunto...
Por qué no te callas?Me preguntan...
Y se me viene a la cabeza aquel viejo amigo músico y poeta, que siempre parecía introvertido con su libro de la divina comedia, al que alguna vez le pregunté por qué tan callado? Y que me explicó que en algún momento de su vida era él el que hablaba, era él el que contaba, era El que llenada los silencios con sus historias hasta que se cansó y
aprendió a guardar silencio.
Hoy es un gran Músico, que toca con la filarmonica Rusa...
Mierda!!! El silencio si que te lleva lejos, te lleva a desarrollar otras maneras de expresarte...Quizás en este ejemplo, la música y la poesía, quizás en otros la pintura, quizás en otros las artes escénicas.
Mi mayor temor luego de esta pequeña autoevaluación es darme cuenta que al callar no tengo nda más que decir, ninguna forma diferente de expresarme, despertar a la realidad de no tener ningún talento, realidad que solo oculto mediante el
ruido.
Aprender a guardar silencio, a aceptar como dice la canción del que que si sabe expresarse, que soy una tipa normal y que no tengo porque aparentar ser brillante, ya que no toqué el violín a los quince años, ni escribí poesía antes de los 10.
Para no irme con este vacío con el que inicié la noche, me mentiré y pensaré que la magia y el arte que debo encontrar esta precisamente en ese silencio que no busca ningún medio para romperse.
Sonreiré!