Leer escuchando:
Se acaba un año en el que estuve dormida,
donde tuve que aprender que el olvido es pan de cada día en muchas cabezas,
y donde el tiempo se apiada cada vez menos de estos adolescentes tardíos que me acompañan,
aprendí a mentir para hacer sentir bien a una que otra persona, para luego tener que lidiar con sus reclamos tontos como si tuvieran derechos de exigir sobre las cosas dichas, sobre esas mentiras.
Dejé de lado proyectos importantes, y con el tintero a medio llenar me olvidé de la persona que quería llegar a ser durante estos doce meses.
Fingí que no me importaban muchas situaciones que el azar me tenía preparadas, así como también fingí estar bien cuando solo sentía ganas de salir corriendo para despedirme de todo lo que saludé en un principio pensando que lo extrañaba.
Sentí asco, miedo, cansancio...pero antes de caerme de la cuerda floja pensé en todas aquellas personas que no hubiera conocido si no hubiera regresado, y son ellas las que hacen que a la final mi balance no sea tan paupérrimo y negativo.
Aprendí que aún hay niños de doce años que transpiran inocencia, y que debía ser responsable sobre los conocimientos que 'debía impartir', grité ante la impotencia de no ver mis clases tan fructiferas como en mis sueños, pero también reí a carcajadas por las ocurrencia de los que se atrevieron a cobijarse con el manto de ser mis estudiantes, aprendí con ellos sobre cuestiones academicas y personales, fui confidente de las experiencias de muchos asi como tambien me atreví a compartir mas de un secreto personal, me sentí útil gracias a aquellos seres que van caminando por la juventud sin reparos, dejando de lado la pereza de madrugar los sabados en la mañana y de ir a lugares donde el sol inclemente se burlaba mientas besaba mi mejilla.
Por todos esos nombres que aún recuerdo de memoria valió la pena este 2011 que por fin dice adiós, para abrir otras puertas de las que quiero salgan todos esos monstruos para unirse a la fiesta de la continuación de la vida.
Donde espero reirme de todo por lo que lloré este año, donde pueda saltar de emoción y tenga que mantener mi corazón dentro del pecho para poder continuar con otra vuelta al rededor del sol.
Ahora no tengo nieve,no tengo viento ni otoño, no tengo cosas de las que me adueñe en corto tiempo, pero aún me quedan esos proyectos inconclusos, que haciendo apología de nuevo a ese Robinson Crusoe de mi niñez, me llevarán de nuevo a esos lugares reconditos donde puedo ser facilmente yo, donde pueda irme de nuevo sin despedirme para volver sin saludar, donde reafirmo que ese ir y venir en mi vida no es tan aleatorio sino que hace parte de mi cotidianidad.
Sin ir mas lejos ni enumerar propósitos, espero ser capaz de cumplir los que anoto en mi agenda mental,
entre los cuales está olvidar que no me importa que ciertas personas me recuerden, o que en su defecto me olviden, donde la preparación intelectual que tanta falta me hace, haga de nuevo parte de mi 'cada día'.
Aqui no se han hecho promesas, no se vale ningún reclamo porque no he dicho que esperen algo de mi...asi que cualquier situación que se les parezca no es más que fruto de su imaginación.
Y por lo menos yo, tengo demasiadas cosas en que ocuparme por ahora - ya que se corre el riesgo de fin del mundo en el 2012- como para pensar en los demás.
CONOR OBERST & THE MYSTIC VALLEY BAND : Big Black Nothing
Board up the windows Unplug the phone Make it look like Nobody's home I was scared But so prepared for the worst, yeah for the worst
Se acaba un año en el que estuve dormida,
donde tuve que aprender que el olvido es pan de cada día en muchas cabezas,
y donde el tiempo se apiada cada vez menos de estos adolescentes tardíos que me acompañan,
aprendí a mentir para hacer sentir bien a una que otra persona, para luego tener que lidiar con sus reclamos tontos como si tuvieran derechos de exigir sobre las cosas dichas, sobre esas mentiras.
Dejé de lado proyectos importantes, y con el tintero a medio llenar me olvidé de la persona que quería llegar a ser durante estos doce meses.
Fingí que no me importaban muchas situaciones que el azar me tenía preparadas, así como también fingí estar bien cuando solo sentía ganas de salir corriendo para despedirme de todo lo que saludé en un principio pensando que lo extrañaba.
Sentí asco, miedo, cansancio...pero antes de caerme de la cuerda floja pensé en todas aquellas personas que no hubiera conocido si no hubiera regresado, y son ellas las que hacen que a la final mi balance no sea tan paupérrimo y negativo.
Aprendí que aún hay niños de doce años que transpiran inocencia, y que debía ser responsable sobre los conocimientos que 'debía impartir', grité ante la impotencia de no ver mis clases tan fructiferas como en mis sueños, pero también reí a carcajadas por las ocurrencia de los que se atrevieron a cobijarse con el manto de ser mis estudiantes, aprendí con ellos sobre cuestiones academicas y personales, fui confidente de las experiencias de muchos asi como tambien me atreví a compartir mas de un secreto personal, me sentí útil gracias a aquellos seres que van caminando por la juventud sin reparos, dejando de lado la pereza de madrugar los sabados en la mañana y de ir a lugares donde el sol inclemente se burlaba mientas besaba mi mejilla.
Por todos esos nombres que aún recuerdo de memoria valió la pena este 2011 que por fin dice adiós, para abrir otras puertas de las que quiero salgan todos esos monstruos para unirse a la fiesta de la continuación de la vida.
Donde espero reirme de todo por lo que lloré este año, donde pueda saltar de emoción y tenga que mantener mi corazón dentro del pecho para poder continuar con otra vuelta al rededor del sol.
Ahora no tengo nieve,no tengo viento ni otoño, no tengo cosas de las que me adueñe en corto tiempo, pero aún me quedan esos proyectos inconclusos, que haciendo apología de nuevo a ese Robinson Crusoe de mi niñez, me llevarán de nuevo a esos lugares reconditos donde puedo ser facilmente yo, donde pueda irme de nuevo sin despedirme para volver sin saludar, donde reafirmo que ese ir y venir en mi vida no es tan aleatorio sino que hace parte de mi cotidianidad.
Sin ir mas lejos ni enumerar propósitos, espero ser capaz de cumplir los que anoto en mi agenda mental,
entre los cuales está olvidar que no me importa que ciertas personas me recuerden, o que en su defecto me olviden, donde la preparación intelectual que tanta falta me hace, haga de nuevo parte de mi 'cada día'.
Aqui no se han hecho promesas, no se vale ningún reclamo porque no he dicho que esperen algo de mi...asi que cualquier situación que se les parezca no es más que fruto de su imaginación.
Y por lo menos yo, tengo demasiadas cosas en que ocuparme por ahora - ya que se corre el riesgo de fin del mundo en el 2012- como para pensar en los demás.