
o mas bien las calles innombrables
reconocerse en la mirada de aquel desconocido
asirse a su abrazo...a su silencio...
a los suspiros de los que solo el viento del invierno será testigo...
metropolis de todos y de nadie...
ni su ciudad... ni la de ella...
ambos caminando bajo la lluvia buscando un lugar cálido
en donde desabrocharse las culpas,
los resentimientos, las insatisfacciones de la rutina....
respirar cerca el uno del otro....
por la certeza de lo efimero...
el trato firmado con sangre...sangre que deja marcas indelebles en la piel....
y en la memoria...
cada vez que vuelvan a ese lugar sabrán que fue suyo
y que cada uno fue del otro,
y a la vez de ninguno...dar el todo por la nada para cargar con el recuerdo
de un mes de invierno en soledad,
corazones desnudos jugando a ser eternos
haciendo finitas las memorias...
caminando de nuevo sin decir adios, ni hasta pronto...
mientras ella espera que el calor de sus cuerpos sea suficiente para lidiar con todos los inviernos
que tendrá que lidiar con su ausencia...
1 comentario:
Me gusta su blog. ¡Suerte!
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