El tiempo transcurrió muy lento aquel día en que su rostro fué lo primero que logró observar detenidamente en la mañana, y su pálida piel la abrigaba con tal fuerza que si hubiera querido desenlazarse de sus brazos hubiera rasgado uno que otro pedazo de piel. Qué día tan dulcemente eterno- pensaba ella, mientras el sonreía sin saber todo lo que pasaba por la mente de aquella muchacha que pintaba su rostro de manera tierna cada vez que también aparecía en sus pensamientos... La lluvia golpeaba el cristal dulcemente y un sonido de esos de aparatos inoportunos intentaba romper el momento de meditación inconciente por el que ambos atravesaban.
Gracias, dijo él- .Ella, ante aquella palabra pensó que no le estaba haciendo ningún favor al compartir su tiempo, así que no había nada que agradecer, pero decidió callar y simplemente sonreir. Para luego quedar estupefacta en el momento en que ella fue quien dijo gracias, y el le respondió con el mismo pensamiento mañanero que había preferido callar!!!
Joder!!! Hasta en eso estaban sincronizados!!!
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1 comentario:
Yo también quiero...
Muas!
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